¿Los efectos secundarios de los medicamentos pueden provocar colisiones?

Un porcentaje significativo de estadounidenses depende de la prescripción diaria de medicamentos para tratar enfermedades graves o reducir síntomas severos. Una encuesta publicada por la AAA señalaba que el 11% de los encuestados respondieron que tomaban tres o más medicamentos recetados al día. Aunque esto podría no parecer un factor grave, cuando se examinan los posibles efectos secundarios de estos medicamentos, puede significar un desastre para los conductores.

Dependiendo del historial médico de cada persona y de la gravedad de la enfermedad que padezca, la medicación con receta varía tanto en potencia como en efectos secundarios. Muchos de estos los efectos secundarios pueden alterar drásticamente la percepción del conductor del entorno y aumentan las posibilidades de una colisión grave, entre otras:

• Somnolencia: Uno de los efectos secundarios más comunes de la medicación fuerte es la posibilidad de somnolencia. Los conductores pueden cansarse o sentirse perezosos al volante. Esto puede dificultar la capacidad del conductor para reconocer el peligro y reaccionar ante las condiciones de la carretera.
• Mareos: Muchas personas sufren mareos después de tomar medicamentos recetados fuertes. Este nivel de deterioro cognitivo puede dificultar la concentración y el cálculo de distancias en la carretera.
• Visión borrosa: Los conductores dependen de su vista para explorar continuamente su entorno, reconocer el peligro y reaccionar ante los vehículos que les rodean. Una visión borrosa o una visión periférica limitada pueden impedir que un conductor circule con seguridad por carreteras con mucho tráfico o que circulan a gran velocidad.
• Náuseas: Aunque es posible que las náuseas no provoquen directamente una colisión automovilística, a menudo son un factor que puede distraer a un conductor. Esta grave distracción podría llevar a un conductor a centrarse en su salud mientras otea la carretera en busca de un lugar donde detenerse para aliviarse, en lugar de prestar atención a los demás automovilistas.

Tanto si se trata de medicamentos de venta con receta que salvan vidas como de potentes remedios de venta libre, estos tratamientos pueden causar a los conductores dificultades imprevistas. Otros automovilistas, que comparten la carretera con conductores distraídos o incapacitados, pueden encontrarse con lo siguiente enfrentarse a graves peligros y lesiones catastróficas.